Mi esposo proviene de otra cultura, con costumbres y hábitos muy diferentes a los míos cuando nos casamos. ¡Imagínate nuestro primer año juntos! Ser de diferentes culturas e incluso de diferentes continentes, ha aportado a nuestro matrimonio una oportunidad para enriquecer mi vida en muchos aspectos. Pero como en cualquier otra relación que busca la intimidad, el conflicto no ha estado ausente en nuestro matrimonio. Por eso hoy me gustaría compartir contigo los siguientes 5 consejos prácticos sobre cómo resolver conflictos. Espero que pueda ser de alguna utilidad en tus relaciones interpersonales o matrimoniales.

 

Ama por encima de los errores.

Me contaron hace algunos años la historia verídica de una niña de tres años a la que se le preguntó:

-Sussy, ¿qué es el matrimonio? – La niña miró a la maestra con incredulidad, para luego responder muy segura de si misma:

-Maestro ¿no lo sabes ?, ¡Es arruinarte!”

Aunque no contraje matrimonio con tan terribles expectativas, he aprendido que el matrimonio puede convertirse en el escenario perfecto para que las parejas se lastimen uno al otro. Los factores estresantes diarios en nuestras vidas pueden ser capaces de olvidar nuestra habilidad de tratarnos el uno a el otro en amor. A veces, la dureza, la rudeza o la indiferencia pueden entrar en nuestros hogares sin que nos demos cuenta.

La buena noticia es que el matrimonio también es el lugar perfecto para practicar el perdón, la cortesía, la bondad, crecer emocionalmente y volvernos mas íntegros. Lo que somos en el hogar es el reflejo mas claro de lo que verdaderamente somos por dentro. Cuando sube la corriente áspera en las relaciones maritales, recuerda que las debilidades de tu pareja pueden estar ahí para un propósito específico, y por lo general nos hacen desarrollar cualidades de las que carecemos. Además, el regalo mas valioso que puedes ofrecerle a tu pareja cuando todo vaya en tu contra es el perdón. El verdadero amor es capaz de cubrir todos los errores.

La escritora estadunidense Elizabeth Gilbert escribió en su libro Committed : “Entonces, ser visto completamente por alguien, y ser amado de todos modos, es la ofrenda humana que puede rayar en lo milagroso”.

No olvides la bondad.

Cuando te enamoras, la bondad fluye con tanta naturalidad y abundancia, que algunas veces sientes que explotas de amor por dentro. Los dulces gestos se convierte en una experiencia cotidiana, un regalo, una expresión constantemente cariñosa de nuestro amor. Recuerdo cuando salía con mi esposo y éramos novios, decir gracias, te quiero, vales mucho para mi, me gusta estar contigo, eran frases dichas o escritas a menudo en nuestras cartas de amor. Más tarde me di cuenta, con el paso del tiempo, tu pareja se convierte en la persona más común en tu vida cotidiana y muchas veces olvidamos cuanto valor realmente tienen. Lo damos por sentado y olvidamos repetirlo. Inclusive los llegamos a tratar casi con indiferencia.

Es difícil admitirlo aquí, pero no por ser psicóloga es más fácil con esto de la pandemia dejar de quejarme a menudo, disgustarme o usar las palabras amables cada vez con menos frecuencia. Un día me di cuenta de esto claramente cuando estaba teniendo una fuerte discusión con mi esposo y de repente sonó el teléfono. Mi tono de voz cambió de inmediato y contesto con un dulce “¿Puedo ayudarte en algo?” ¿Porque hay veces es mas fácil ser bondadosos con los de afuera que en nuestro mismo hogar? ¿No valen las personas en nuestro hogar mas que los de afuera?

A través de los años Dios me ha ido mostrando que las madres y esposas son el centro de la felicidad en el hogar por eso usar un tono de voz dulce y palabras amables son un bálsamo en medio de esta pandemia. Los niños imitan a los padres; en los buenos y malos hábitos, por eso es de suma importancia que recordemos que modelar el respeto, el amor, el aprecio y la gentileza hacia nuestra pareja puede acercarnos al cielo, acercarnos el uno al otro y ayudarnos a criar hijos felices. Recuerda el proverbio hebreo antiguo: “La respuesta amable apaga la ira, pero la palabra áspera suscita la ira” (Proverbios 15: 1)

Ganar, no significa realmente ganar.

El otro día leí en las redes sociales una bonita cita que decía “Sé selectivo en tus batallas, a veces la paz es mucho mejor que tener la razón”. Tal vez para ti sea fácil ganar una discusión marital, pero terminaras con una pareja muy molesta. Recuerda; no siempre tienes que tener la razón, todos cometemos errores. Cuando hiciste algo incorrecto es importante admitirlo, incluso si te lleva un día o una semana entera en darte cuenta. Créame, admitir un error realmente puede ayudarte a practicar mas humildad y la humildad es de suma importancia para mantener la calma. Controlar nuestra lengua puede fomentar la paz y eso es mucho mejor que tener la razón. Recuerda que escuchar en lugar de discutir fortalecerá tu relación.  Me gustaría que reflexionaras en lo que dijo un hombre sabio; “Si alguno no ofende en palabra es un hombre perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo … la lengua es un pequeño miembro del cuerpo, pero se jacta de grandes cosas.  Considera como un que un gran bosque es incendiado por una pequeña chispa. La lengua también es fuego, corrompe a toda la persona, incendia todo el curso de una vida. (Santiago 3: 2,5-6).

Usa la creatividad.

Recuerdo una experiencia que tuve con un paciente. Ella me contó algunos años atrás que había tenido una fuerte discusión con su esposo, y fue tanto el enojo de ambos que decidieron dormir en camas separadas esa noche. No se vieron hasta el día siguiente y aunque estaban en malos términos, el esposo fue al campo y recogió un hermoso conjunto de flores silvestres y llegó a la casa con un colorido ramo en las manos para luego tocar la puerta. La esposa salió y se puso a llorar, me dijo que en ese momento sintió que lo amó más se abrazaron e hicieron las paces. Hacer las paces puede ser una experiencia hermosa y memorable con un poco de creatividad. Recuerda que Dios nos hizo a su imagen y nos dio la capacidad de ser creativos como Él, de transformar nuestras vidas para que sean más abundante y hermosas. Usa este poder para darle un empujón a tu amor. No esperes a que lleguen los días malos, cada día que llega es una nueva oportunidad para crecer en amor.

Date tiempo

Hay momentos en los que el tiempo es la mejor medicina para el corazón. Pero si estás teniendo una discusión y el enojo es tanto que no puede continuar. No cierres la puerta y salgas disparado huyendo del problema. Por favor comuníquese con su pareja, dígale a su pareja que en ese momento no puede seguir hablando, que lo pueden conversar al día siguiente con más calma. La necesidad de un tiempo para pensar bien las cosas puede darles a ambos un espacio para relajarse y reconsiderar. Pero dejar de hablar repentinamente, o simplemente huir de la casa o la habitación puede terminar empeorando la situación, de ahí la importancia de la comunicación. Hágale saber a su pareja que necesita tiempo y que necesita tiempo a solas. Hay un hermoso proverbio escrito por Pedro que lee: “Sobre todo, ámense profundamente unos a otros, porque el amor cubre multitud de pecados (1 Pedro 4: 8)”.

 

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