Español
¿Y que de la gratitud?
Hay experiencias en la vida que cambian la forma en que vemos al mundo en un instante. Algunas veces son ellas las que nos hacen valorar la vida y agradecer por el solo hecho de poder respirar otra vez. Para mi esto sucedió hace cinco meses, pero fue tan impactante que no había podido escribir de esta experiencia hasta hoy.
Una historia de navidad
Era un diciembre frío y la niebla cubría el cielo haciendo el vuelo del capitán Wincapaw mas difícil. Lo único que alcanzaba a ver era la punta de sus alas. Mientras bajaba con cuidado pudo identificar en la lejanía la luz del faro cercano a su pista de aterrizaje. Admiraba a los fareros, siempre fieles a su puesto, aunque sus noches fueran largas y solitarias, se podía contar con su fidelidad hacia la luz.
La historia de “Todavia vives dentro”
Una nieta descubre una caja escondida que la llevará a leer una historia olvidada enmarcada en eventos de una Colombia del siglo pasado. La historia es la de Ana. Ana emprende una fuga impulsiva por seguir al amor de su vida, ignorando que esta aventura descabellada la llevaría a atravesar juntos los años mas difíciles de un país en guerra. Viven de cerca los años conocidos históricamente como la “violencia”, los años mas sangrientos de Colombia. Luchan contra la pobreza, traición, muerte, locura, y el alcohol refugiándose en una selva que pronto sería infestada por guerrilleros, paramilitares y miembros del ejercito colombiano en plenos conflictos bélicos. Una historia de amor, traición, perdón y esperanza que llevara al lector a través de una generación turbulenta en Colombia. Ese es el resumen de mi nuevo libro. Sin embargo, hoy quisiera contar la historia de cómo nació.
Los extraños en mi tren
“Somos doblemente extraños, porque entre nosotros no solo existe el engañoso mundo exterior, sino también el engaño que existe en cada mundo interior.” Pascal Mercier (Night Train to Lisbon) El viento frío sube por el túnel de las escaleras mientras las bajó lentamente al andén del tren . La frescura de sus ráfagas acaricia mi pelo y me despierta a la mañana de luz creciente con la llegada lenta y segura de otra primavera. Son las 6:55 am y es cuando los vuelvo a ver. Verlos allí parados de nuevo me saca una sonrisa.
El sol de invierno
La oscuridad que nos rodea parece desmentir la hora, son las 7 de la mañana. La estación del tren esta llena de gente adormilada y quieta que se despierta súbitamente por las ráfagas de viento helado que nos envuelven.
La confianza
Fue una de esas mañanas que me encontraba muy cansada, despedí a mi hija mas pequeña a la escuela y me quede con el mayor. El papå se encargo de darle desayuno y yo me encargue de regresar a mi cama a seguir durmiendo.