El primer “te quiero”

La expresión “te quiero” siempre ha significado mucho para mi. La escuche muchísimo en mi infancia, mi adolescencia y mi juventud. Mi familia nunca cree que se dice demasiado, y siempre hay que repetirla con el sol naciente.

Pero nunca puse tanta atención a esta frase como ahora que llegue a un país nuevo, con un idioma distinto; Alemania.

De hecho la primera vez que conocí a una persona alemana fue en Michigan. Ella era una amiga y colega del trabajo y mi primera pregunta fue; ¿como se dice “Te quiero” en alemán?. Y un día común se lo dije porque lo sentía y ella se sonrojo y me explico lentamente que “Ich liebe dich” no se dice nada mas así, que tenia que pasar tiempo. No lo creí hasta que llegue a Alemania. Tenia mucha razón, a los alemanes les cuesta demasiado decirlo.

Sin embargo para mi el “te quiero” representa la certeza de que hay una conexión del corazón, del alma, un cariño especial para ti que no se ira y sinceramente cuando eres extranjero eso es lo que mas anhelas. Cuando te mudas de país, todas tu sistema de apoyo emocional es cortado, te sientes aislada, incapaz, perdida, sola. No importa todos los mensajes de what’up, o skype, con esta frase. Nada se compara como que te lo digan mirándote a los ojos, de frente y escucharlo a través del sonido que se reproduce en el aire que respiramos.

Tengo la ventaja de que estoy casada y tengo dos hijos hermosos y un esposo enamorado que me dicen el te quiero que tanto anhela mi día. Pero siempre tenia el interrogante, ¿cuando lo encontrare aquí?.

Hace mas o menos un mes lo escuche en la iglesia. Mi amiga Claudia, brasileña, vino a mi con una bolsa llena de ropa, no era la primera vez que lo hacia. Pero aunque considere su regalo valioso, lo que mas me gustaba era hablar con ella, el amor se veía en su rostro.

Mi amiga Claudia es pianista, artista y puede reflejar un millón de sentimientos en su rostro hermoso. He descubierto a travez de mi vida una verdad acerca del mundo del arte; los artistas tienen la facilidad muchas veces de expresar sentimientos mas fácilmente que otros seres humanos, muchas veces lo hacen a través de su arte y si tuvieron un sistema familiar lo suficientemente fuerte también lo pueden hacer por medio de palabras.

Ese día cuando Claudia se despidió de mi, me lo dijo con mucha alegría, casi como si hubiera descubierto algo en su corazón emocionante y bello que no podía contener;

“Te quiero” me grito mientras subía por las escaleras corriendo a tocar el piano en la iglesia inglesa de arriba.

Me tomo por sorpresa, pero sonaba muy sincero y lo creí y abrace totalmente. Su corazón era hermoso. Me regrese lentamente al cuarto de escuela sabática infantil polaco y descubrí que sin yo quererlo me salían lagrimas en los ojos. Era mi primer “te quiero” en Alemania.

El cielo de ese día estaba nublado, pero el sol había salido para mi. Y como en un efecto domino, los otros “te quieros” llegaron ese mes, de mi amiga Fadia musulmana, de mi amiga Mónica polaca, de Daniella mi amiga Búlgara y por último de mi amiga alemana Christiane que me lo dijo en Español, porque el “Ich liebe dich” es sagrado. Cada vez que los escuchaba lo compartía con mi Andrzej llena de alegría, con una gran sonrisa en mi rostro. El amor hace que la vida se llene de una intensa belleza.

No se en que parte del mundo estés leyendo esto y tal vez las personas que amas te rodean, o tal vez tu circulo de amigos sea muy reducido, o tal vez te sientes muy solo en un rincón del mundo, sin embargo siempre esta allí Dios, un Dios que nos ama y también quiere ser correspondido pues quiere una relación personal contigo. Y El tiene el magnifico corazón como para decirlo todos los días, solo alza los ojos y veras su amor pintado en el cielo, en los arboles, en los ríos o en el infinito azul del mar.

Hoy te pregunto mi querido amigo y lector; ¿cuando fue la última vez que lo dijiste? A tus padres, a tus hijos, a tu pareja, a tus amigos, a Dios mismo.

Mi deseo es que ojalá hoy hagas el esfuerzo de que salga de tu corazón con sinceridad, con una sonrisa, con el alma. Tal vez ese te quiero puede ser el vaso de agua fría en el calor de verano al alguien sudoroso, o la fresca brisa de la lluvia que riega la tierra y hace que crezca nuestro alimento para un alma solitaria.Puede ser que ese te quiero se vuelva tan importante como el te quiero de mi amiga Claudia hace un mes en mi vida, en este país tan frio y que en un segundo lleno de calor mi alma.

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