La lluvia cae y los truenos y relámpagos se están acercando a mi ventana. Trato de dormir, pero en lugar de que la lluvia me arrulle como suelo hacerlo en días gloriosos, me despierta. La realidad es que hay algo en mi corazón que no me deja dormir en paz.

Hoy no fue un día bueno. Tuvo un hermoso comienzo pues una amiga y yo fuimos a desayunar juntas con nuestros pequeños. Pero de allí se fue a pique, pues cuando visite a mi familia encontré lagrimas en uno de sus miembros por falta de atención de mi parte, falta de cuidado, falta de actos intencionados llenos de amor de los cuales quiero que en mi vida fluyan a diario.

Hay días en que el amor no fluye fácilmente, ni con nuestras palabras, o miradas, o respuestas no verbales del cuerpo o tono de voz.

Hay días en que nos sentimos que no somos comprendidos, amados o respetados. En que deseamos la atención de los demás y nos encerramos en nosotros mismos, poniendo barreras internas que bloquean a los que nos rodean.

Hay días en que queremos decir cosas suaves, y en lugar reclamamos, argumentamos, peleamos. Y de repente aquellos que empezó rodeado de belleza se torna en algo turbio, muy real y doloroso.

Quisiera ser diferente…..

Sin embargo lo bueno de los días malos, es que estos finalmente terminan, y viene la noche, la quietud, la lluvia, el canto de los pájaros nocturnos y finalmente cerramos la llave del agua cenagosa que surgió de nuestro corazón en un día malo.

No nos queda de otra pues todos duermen. Ese silencioso de la noches hace que lentamente nos encontremos con nosotros mismos y reflexionamos en los errores que cometimos y algunas veces deseamos volver vuelta atrás, pero ya es demasiado tarde.

Sin embargo lo bueno de los días malos, es que finalmente terminan.

Hay periodos en nuestras vidas que están llenos de días malos, donde la esperanza se esconde, el miedo te ahoga, la luz de tus ojos se apaga y la necesidad mas intima de tu alma no es escuchada.

Sin embargo lo bueno de los días malos es que estos finalmente terminan.

Es una regla de la vida, el dolor no puede durar para siempre, pues con la nueva mañana y la luz del alba todo lo malo que quisiste, deseaste, hiciste se borra y una pagina en blanco te espera con el canto de los pájaros, después de las noches de lluvia, truenos, o insomnio.

Una nueva realidad se levanta en la mañana, una oportunidad de pedir perdón, de amar, de reír, de cantar, si cantar, pues la música sana, ofrece, rescata y habla y dice lo que tal vez no es tan fácil decir cara a cara.

Las relaciones entre los hombre, los amigos, los que amamos y por los que luchamos, no siempre son fáciles, o gloriosas, bellas o transparentes. Hay veces hay días malos en que nos son difíciles, amargas, e inclusive tortuosas.

Sin embargo el corazón del hombre fue hecho para amar, para gozar el don de la amistad y transmitir el principio del amor que es puro, verdadero, leal. Pero hay días en que simplemente no podemos brindar nada de esto y se convierten en días malos.

Pero lo bueno de los días malos es que se siempre terminan….

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